Fantasías, las tenemos desde que adquirimos la capacidad de soñar, empiezan con ese caramelo, ese juguete de la tele con el que te peleas con tu hermano y, a medida que creces ellas también lo hacen, fantaseas con esa moto, ese coche, esa casa, ese viaje, esa chica, esos labios, ese pelo, ese…, da igual que seas rico o pobre, son tus fantasías, que prácticamente todos tenemos y seguiremos teniendo hasta que nos vayamos de este depravado y bello mundo, a partes iguales.
¿Pero te atreves a contar tus otras fantasías? Si, aquellas que no eres capaz de confesar a nadie, esas historias lascivas que realmente te ponen tanto, que eres incapaz de controlarte y que cada vez que son imaginadas en tu mente acabas muy húmeda o con una erección incontrolable, son esos cuentos de Disney prohibidos que solo algunas personas consiguen llevarlas a cabo, por la simple razón que se han atrevido a explicar al mundo lo que realmente les pone a mil, les ha dado igual lo que digan, piensen o murmuren y si estas cómodo con ello solo te resta encontrar a alguien que también lo este, alguien dijo una vez “escribe sobre algo que realmente te ponga, a alguien le pondrá”.
«La canción que más me gusta es sus gemidos en mi oido»
Pues esa es mi idea, si te atreves a contar una de tus fantasías, explicadas desde tu perspectiva si la has vivido en persona o simplemente quieres compartirla conmigo, estaré encantado de leerte, envíame un email con tu cuento prohibido a byjackgable@gmail.com.
Si quieres las compartiré en mi blog, con tu permiso por supuesto, poniendo tus enlaces a redes sociales, tu blog u otros datos (Author Box) o si por el contrario quieres permanecer en el anonimato y simplemente te apetece contármela, tampoco hay ningún problema, tú decides, simplemente dímelo en el correo que me envíes.
He creado una nueva categoría para ello, “Vuestros cuentos prohibidos” y será totalmente vuestra, además en Facebook cree el grupo de La Cafetería, donde podéis preguntar lo que queráis sobre escritos, con esto me despido hasta el próximo post y realmente espero leeros a menudo, poneros cómodos, sentíos como en casa y no os preocupéis ¡el café lo pongo yo!
Así que, parafraseándome a mí mismo, os animo a ¡leernos lo que no tenemos cojones a decirnos!
¡Un abrazo!
ByJG